Desayuno
¿Por qué debemos desayunar bien?
El desayuno es la primera comida después del ayuno nocturno y afecta de diversas maneras a nuestro organismo:
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Nos aporta energía para todo el día, en especial para la mañana.
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Condiciona nuestro estado de ánimo.
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Incide en el rendimiento físico y mental.
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Nos permite comer menos cantidad a lo largo del día, ya que nuestro cuerpo no detecta carencias.
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Nuestro cuerpo asimila mejor los alimentos que tomamos en ayunas.
¿Qué desayunos no son saludables?
Estos son los errores más frecuentes de los desayunos de hoy en día:
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Exceso de hidratos de carbono refinados: pan blanco, bollería, pastelería, cereales industriales. Nos causan picos de azúcar y provocan que poco rato después volvamos a tener hambre.Además, a la larga provocan estreñimiento y problemas digestivos.
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Exceso de azúcares, en especial azúcar blanco. Este producto no es un verdadero alimento, ya que no nos aporta ningún nutriente y en cambio descalcifica y acidifica nuestro organismo. Lo podemos sustituir por miel de abeja, miel de caña, panela, estevia o sirope de agave.
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Exceso de lácteos. Muchas personas no toleran bien la leche o algunos derivados lácteos, o bien los consumen en grandes cantidades. Podemos elegir entre los lácteos más digestivos u optar por bebidas de origen vegetal, libres de lactosa.
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Mezcla de alimentos de mala combinación digestiva, como sucede con los lácteos y el zumo de naranja. Esto nos puede provocar problemas digestivos y malestar durante las horas siguientes al desayuno.
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Grasas saturadas: margarina, embutidos, etc. Afectan a nuestra salud cardiovascular y son una de las principales causas de sobrepeso.
¿Cómo lograr que sea equilibrado?
Para que una comida sea equilibrada debe contener las cantidades necesarias, ni más ni menos, de hidratos de carbono, proteína, grasa y fibra.
De esta manera nuestro cuerpo lo digerirá y asimilará de manera adecuada y sentiremos que estamos con energía y buen humor a lo largo del día. Además, debemos intentar que estos nutrientes sean de la mayor calidad, y elegir siempre alimentos naturales y frescos por delante de los que son procesados.
Alimentos que deben estar en el desayuno
Cada persona debe elegir o combinar los alimentos del desayuno según sus preferencias, edad, estilo de vida y rutina. No obstante, podemos destacar aquellos que son más saludables:
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Cereales integrales: El más habitual es la avena en copos, que podemos comer en crudo, como si fuera un muesli, o bien, cocinada. Si preferimos bocadillo, elegiremos panes de calidad, elaborados con harinas integrales de trigo, espelta, centeno, etc.
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Bebidas vegetales: de avena, arroz, espelta, etc.
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Derivados lácteos de fácil digestión: requesón, kéfir, yogur, queso fresco.
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Frutos secos sin freír ni tostar. Podemos comerlos crudos, molidos o picados. Nos aportan proteína vegetal.
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Frutas secas: Ricas en azúcares saludables, nos dan energía para todo el día. Por ejemplo, los higos, las ciruelas, los dátiles o las pasas.
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Fruta fresca y de temporada, a ser posible ecológica.
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Semillas crudas de girasol, sésamo, lino o calabaza. También podemos tomar su aceite de primera presión en frío.
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Jugos naturales de frutas y vegetales.
Desayunos excelentes
Con estos desayunos no te faltará ningún nutriente. Además, son deliciosos.
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Bocadillo de pan integral de espelta con hummus (crema de garbanzo) y requesón.
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Tostadas integrales con mayonesa y aguacate.
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Batido de frutas y frutos secos.
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Muesli con kéfir.
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Manzana con ciruelas pasas, yogur y nueces.
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Bebida vegetal con cereales integrales y cacao.
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Copos de avena cocidos con bebida vegetal, canela y pera.
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Requesón con miel, avellanas y plátano.
Comida